El local donde ocurrió el asalto y terminó con un empleado internado está ubicado a tan sólo tres cuadras del famoso pasaje Carlos Gardel al 900 del barrio Obispo Piedrabuena. En esa arteria, el legislador oficialista Gerónimo Vargas Aignasse movilizó a los vecinos para acordar un plan estratégico de seguridad con un sistema de alarma comunitario.
La iniciativa del legislador generó internas en el alperovichismo. Los celos políticos estallaron luego de que Vargas Aignasse acaparó los aplausos de los vecinos del pasaje Gardel.
El sistema impuesto por Vargas Aignasse se denomina "Alerta Tucumán" y para lograr el éxito requiere la participación activa de los vecinos. El legislador, que preside la comisión de Seguridad de la Legislatura, explicó que el plan tiene como objetivo impulsar medidas concretas de seguridad tendientes a prevenir el delito. "Entre otras medidas, hemos señalizado la zona, colocamos reductores de velocidad, vinculamos al vecino directamente con la comisaría de la jurisdicción, y colocamos alarmas comunitarias a control remoto con un pulsor antipánico, sobre la base de un protocolo de seguridad coordinado y organizado entre los vecinos", explicó.
No cayó bien en el Gobierno la actitud de Vargas Aignasse cuando afirmó que la inseguridad es un grave problema de los tucumanos. "Será fundamental avanzar con este tipo de medidas que ayuden a prevenir el delito. Estamos convencidos de que con este programa se podrá ahuyentar a los delincuentes", había resaltado el parlamentario. La panadería y los vecinos piden el sistema de alerta comunitario.